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Era ya vieja y algo gorda, seguro que como la mayoría de las madres e incluso abuelas. Sin embargo y a pesar de tener una edad avanzada le encantaba el sexo y especialmente las pollas. Follar era algo que la volvía loca, pero lo que más le gustaba era meterse vergas en su boca y darles placer. De hecho así fue justo como empezó, chupando la polla a aquél hombre que estaba dispuesto a follársela. Tras un buen rato chupando le dijo que ya era hora de metérsela en su viejo coño, por lo que la desnudó y la sentó encima de él. También era maduro, sin embargo era bastante más joven que esta cerda anciana.
Tras un rato follando ella volvió nuevamente a lo que le apasionaba, que era meterse su polla en la boca y seguir mamando. Y justo así fue como el tío se corrió, dentro de la boca de la vieja mientras ella se lo tragaba todo. Desde luego se acordaba perfectamente de lo que era el sexo.