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Esta guarra española tenía una fantasía, y no era otra que la de follarse a un jovencito. Con sus grandes tetas y su cuerpo de mujer madura lo tendría fácil, era probablemente la madre que todos los amigos de su hijo deseaban. Así que quedar con uno para hacérselo fue relativamente fácil. Allí en la cama le comió la polla al muchacho y poco después él se centraba en sus grandes tetas para disfrutar de ellas. Se hizo incluso una paja cubana antes de empezar, y poco después se la estaba follando a cuatro patas como si fuera una perra. Seguramente a su hijo no le haría gracia verla así, pero esto sucede cuando tu madre es una puta.
Se la folló hasta que al final se corrió sobre sus enormes pechos, a la mujer le gustó hacerlo con un chico joven.