Ella no quería ser infiel
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No es la primera madura que prefiere a los hombres negros, y como el resto no es precisamente por el color de su piel. Lo que más les llama la atención son sus grandes pollas de ébano, por lo que en cuanto ese tío llamó a la puerta de aquella ama de casa cachonda ella ni se lo pensó. Le dijo que entrase y que le mostrase sus ofertas cómodamente en el sofá, aunque pronto se vio lo que ella pretendía. Comenzó a quitarse ropa delante de él y le invitó a hacer lo mismo, por lo que al rato estaba comiéndole la verga. Tras ponérsela bien dura el tío se la metió en su coño, ella lo deseaba. Le pegó una buena follada a aquella madura viciosa hasta que al final se corrió en sus grandes tetas.