Su hijastro tenía tantas ganas que la toma por el cabello

Haberlo visto crecer, fue hermoso. Parece que para cualquier persona que hace algo y ver como esto se desarrolla, alguna sensación de satisfacción debe haber. No se limita a personas, también los proyectos tienen el mismo efecto y por eso, se puede aplicar a mucho. Sin embargo, la verdadera recompensa de una buena madre, es recibir una buena follada por su propio hijo. Ese que ha traído al mundo y que ahora tiene la polla suficientemente grande como para penetrar su coño y darle placer. Incluso, hasta correrse dentro de ella y sin riesgo a preñarla.