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Desde que enviudó hacía años la abuela de este chaval no había sido la misma. Él intentaba animarla y le decía que estaba muy guapa siempre y que tenía que buscarse una pareja, al menos para charlar y quedar de vez en cuando. La mujer seguía sumida en una depresión, así que su nieto quiso emplear una terapia de choque que consistía en follársela, ni más ni menos. A él le atraían las mujeres viejas y su abuelita aún estaba de muy buen ver. Cuando se lo propuso ella no podía creerlo, sin embargo su mirada adquirió un brillo especial que la delataba. Nada mejor que tomar unas copas y dejarse llevar para que todo fluyera de manera natural…