A sus 40 años puede seducir a cualquier chaval

Se había follado cien veces a su tutora porque llevaban un año de relación, pero tenía una deuda pendiente con ella, o mejor dicho, con su culo. Era tan redondo y estaba tan duro que cada vez que lo agarraba mientras se la follaba pensaba en follárselo, pero en el fondo le daba un poco de respeto porque no dejaba de ser su profesora. Tenía claro que tarde o temprano lo haría, tan solo tenía que encontrar el momento ideal en el que ella estuviera receptiva y se sintiera preparada. Visto con la facilidad que le entró hasta el fondo estamos seguros de que no pararía de repetirse: ¡he sido un gilipollas por no haberlo hecho antes!.