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Garrafal fue el error que cometió esta madurita dándole a su sobrino una pastilla de Viagra pensando que era un analgésico para el dolor de cabeza. Su marido tiene la manía de mezclar pastillas en un bote y es muy fácil equivocarse si no eres tú quien se toma la medicación. El caso es que el muchacho se puso muy nervioso cuando se dio cuenta de que no había manera de que se le bajara la polla y cuando su tía volvió a casa después de bajar a comprar, se lo encontró en la cama muy nervioso y con la polla a reventar. Ya que ella había cometido el error, sería ella quien lo arreglaría, era lo justo…