La televisión debe esperar porque mamá quiere follar

Nunca se imaginó que las clases acabarían así, seguramente es el sueño de muchos estudiantes. Pero claro, él ya no era un jovencito y tampoco pretendía perder el tiempo en tonterías. Esa mujer, la cual le daba clases, era una madura con dos tetas enormes. No podía dejar de mirar sus pechos, y no es para menos. Ella se percató y le sonrió, estaban solos y podían hacer lo que quisieran. Ya puedes imaginarte lo que acabaron haciendo. El tío se sacó la polla y su profesora no tardó en hacerle una mamada con sus tetorras fuera, sabía que ese era su punto fuerte. Luego la tumbó y la penetró sobre la mesa de su profesora.
No podía creerse lo poco que le había costado metérsela a esa zorra madura, así desde luego daba gusto asistir a una clase de esa señora. Tras correrse en sus enormes pechos la mujer intentó continuar con la clase, pero claro, era complicado dadas las circunstancias.