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Su madre quería que aprendiera a tocar el piano, por lo que se le ocurrió que el chico fuera a clases particulares con una amiga suya. Lo que jamás se hubiera imaginado fue el método que la zorra empleaba para enseñar. Tras observar como aquél jovencito miraba sus grandes pechos y su culo se acercó hasta el piano. Parecía que le costaba aprender, pero ella sabía como hacerlo. Mientras el muchacho tocaba o al menos lo intentaba, ella también tocaba, pero lo que ella tenía entre manos era la verga del chico. Aquello pareció inspirarle, ya que lo hizo bastante mejor. Pero cuando aquella madurita se metió la polla en su boca perdió totalmente la concentración, aquello le hizo reir.
Tal vez nunca aprendería a tocar bien el piano, pero al menos ese día pensaba follarse a ese jovencito. Poco después estaba totalmente desnuda sobre el sofá esperando a que el jovencito tomase alguna iniciativa, y claro que lo hizo. Se acercó como un perro para meter su lengua en el coño maduro de aquella mujer, mientras tanto ella sujetaba su cabeza.
Luego comenzó a penetrarla follándosela allí mismo. El piano no sabía tocarlo muy bien, pero si que sabía dar placer a una milf. Finalmente el chico se corrió, pero justo ese día comenzaron a gustarle aquellas clases de una manera especial.