La guarra de su vecina supo como calentarle

Los años pasaron y ella no pensó que llegaría ese momento en que, al verse al espejo, no iba a conocer a esa persona que estaba viendo. Las arrugas le eran ajenas, no las reconocía y parece que no sabía cómo llegaron ahí, tampoco conservaba ese cuerpo que la caracterizaba cuando paseaba por las esquinas de la ciudad. Aunque esta vieja, la abuela se consuela porque su pequeño nieto sí que hace gozar su coño como una mujer de su edad merece. Meterse la polla de un chaval es lo mejor que le puede pasar en el día y lo hace a cada momento. Su coño está feliz.