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Supo darle la vuelta a la situación rápidamente. Mientras su madre le regañaba él solo podía fijarse en sus grandes tetas, por lo que en cuanto ella se levantó fue como un perro a buscarla. Empezó a tocarla mientras la madura se hacía la sorprendida, hasta que de repente sus manos fueron hacia sus grandes tetas. Luego le dijo que se agachase y se sacó la polla estampándosela en la cara para que se la chupara. Lo hizo, claro que si, pero lo que su madre no esperaba es que se corriera dentro de su boca. La mujer casi vomita al sentir toda su leche recorriendo su garganta.
Lo mejor de todo es que su hijo se aprovechaba de ella ofreciéndole dinero, y eso fue lo que sucedió otro día. Le ofreció un buen fajo de billetes a cambio de que se colocase una lencería que él mismo le había comprado. Sus tetas quedaban al aire, y poco después de verla la tumbaba para follársela. Ella aceptaba todo lo que el chico le proponía, especialmente si además de ella le pagaba. Pero desde luego no se esperaba que se corriera dentro de su coño, aunque era su hijo y ella por supuesto que se lo permitió.