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Su madre follaba con otro hombre, la puta no hacía más que llevarse a tíos a su casa solo para tener sexo. Pero en esta ocasión su hijo estaba viéndolo todo desde la puerta, hasta que ella miró y se percató. Los ojos de la mujer se quedaron abiertos como platos sabiendo que la estaba viendo mientras follaba. Cuando ese hombre acabó la mujer salió a la cocina para hablar con el chico, el cual con los ojos llorosos le contó lo que le sucedía. La deseaba y se lo hizo saber, la quería solo para él. Empezó a tocarla y ella se excitó a pesar de que aun tenía el semen de ese otro hombre.
En ese momento no follaron, pero al día siguiente mientras ese tío dormía en el sofá acabó follándosela, la zorra disfrutó como nunca en toda su vida.