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Bueno, eso es al menos en teoría lo que le dijo a su madrastra, que estaba medio dormido y en sueños y pensó que se estaba follando a su novia, pero el muy cabrón sólo se dio cuenta después de correrse… Lo hemos dicho mil veces y es que por muy madrastra que sea una mujer, meterse en la cama de su hijastro veinteañero es cuanto menos peligroso porque a esas edades están más salidos que los perros. Lo curioso es que en cuanto esa zorra sintió la puntita de la verga del chico lo único que hizo fue poner caras de asombro, pero la muy puta no se movía de la cama xd.