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El hermanastro de esta madura siempre tuvo la necesidad de ver su coño «a pelo» y pensó que aquello se quedaría en una simple fantasía que le acompañaría hasta la tumba. Muchos años han tenido que pasar para que se hiciera realidad su sueño, pero ambos se han divorciado, son ya mayorcitos y no tienen que dar explicaciones a nadie. El caso es que el sentimiento era mutuo pero ella nunca se lo confesó, pero desde la tranquilidad de la soltería la mujer ha decidido abrirse de piernas y mostrarle a su hermanastro lo que tanto ansiaba ver desde hacía mucho tiempo.