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Ya lo había aceptado y se sentía muy contento porque el viejo había podido conseguir el amor nuevamente. Esperaba que no fuese igual que su madre, que los abandono con el primer hombre que paso frente a la casa. Aunque fue lo mejor, ya que los cuernos que le montaba eran peor. Entonces tranquilo en la alberca, puede ver como su madrastra, sorpresivamente y sin avisar, le empieza a chupar la polla. No sabe qué hacer y como es normal en estos casos, no haces nada. Solo dejas que te sigan haciendo la mamada ya que es mala educación interrumpir en esos momentos.