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A veces los sueños se hacen realidad, y para este joven universitario su sueño era follarse a su profesora. Ese día en una tutoría fue a verla, solía ir a menudo. Quería preguntarle algunas cosas pero de paso aprovechar para verla de cerca, ella se percató de lo que él en realidad deseaba. Empezó a mostrarle las tetas mientras se acercaba al muchacho, a él se le veía muy tímido. Al rato empezó a tocárselas, no podía creérselo, que tetas más grandes que tenía la guarra. Sacó su polla y ella se la comió. Poco después esa madura se desnudaba y se ponía sobre la mesa mostrándole su enorme culo para que se la follara, él se la metió hasta el fondo de su vagina.
Luego la guarra se puso encima, y más tarde se lo hizo a cuatro patas en el despacho. Estas cosas son mucho más frecuentes de lo que la gente suele imaginarse.