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Su tía fue a visitarle a su nueva casa. El chico vivía solo y lo cierto es que lo tenía todo bastante desordenado. Al llamar al timbre el muchacho se despertó de su sueño y le abrió la puerta. La invitó a pasar y pronto aquella madura obesa comenzó a decir que todo estaba hecho un desastre. Sin más el joven le dijo que se sentase en el sofá y que se callara, lo último que quería era escuchar a una mujer que le recordaba a su madre protestando. Sin embargo en cuanto la madura comenzó a intentar arreglar el sofá descubrió que su sobrino estaba agachado mirándole las bragas. La cara de la mujer cambió por completo al verle y se le puso expresión de puta viciosa.
Ella era obesa y demás se trataba de su tía, pero como puedes ver a ninguno de los dos les importó en absoluto el parentesco familiar, por lo que pronto el muchacho se sacó la polla y ella se lo comió. Mientras se la chupaba se sacó sus enormes tetas, el joven empezó a chupárselas e incluso se las folló mediante una paja cubana. Después comenzó a comerle el coño y la mujer gemía como una guarra. Lo cierto es que su coño era impresionante, lo sabía y por tanto no tardó en penetrarla para follárselo. Al final y mientras ella estaba bien abierta de piernas el chico comenzó a correrse a chorro sobre su vagina dejándola chorreando mientras la mujer le miraba.