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Su hijo atravesaba un duro momento, pero una madre siempre está ahí para ayudarle en los peores momentos. Solo que tal vez ella no eligió la mejor forma de hacerlo, ya que sus intenciones no eran demasiado apropiadas para una madre. Empezó a tocarle, como si pretendiera masajearle para que se relajara. Pero la madura se fue poniendo cada vez más caliente.
Se fueron al sofá del salón y siguió acariciándole mientras sentía como su coño se humedecía cada vez más, su hijo la estaba poniendo cachonda. Verlo tan vulnerable hizo que se excitara, por lo que poco después se sacaba sus tetas para ponérselas en la cara. El chico se acurrucó en ellos, y después su madre le quitó los pantalones para descubrir su dura verga.
Se desnudaron y poco después estaba penetrando su coño. Se la estaba follando jodidamente bien, hasta el punto de que ella le advirtión que de seguir así no tardaría en correrse, puede que fuera la mejor follada de su vida. Al final el sitio elegido para echarle la leche fueron sus bonitas tetas de madura.