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Ver la tele con su hijastro se convirtió en algo peligroso, en especial para su marido. Ella se había puesto caliente, no hacía más que mirar al chico al tiempo que se tocaba el coño. El joven hacía caso omiso, no quería prestarle atención porque sabía bien como acabaría la cosa. Pero ella estaba muy cachonda y no pensaba darse por vencida. Al final se lo dijo claramente, le preguntó si sería capaz de follar con ella. Aunque el joven no respondió lo que ella hizo fue empezar a tocar su paquete para ponérsela dura, y lo consiguió. Después le comió la polla y lo que hizo fue tumbarse en el sofá de casa abriendo sus piernas invitándole a entrar.
Se estaba follando a su madrastra, pero lo mejor estaba aun por llegar. Se desnudaron completamente y al final ella se puso encima de él, en esa postura fue imposible evitar correrse dentro de su coño. Fue una gran corrida, y nada más vaciarse el joven se levantó arrepentido y se marchó de allí dejándola chorreando.