Su madrastra se enfadó mucho con él

A la hora de hacer negocios y conseguir cosas al mejor precio, es mejor que te atienda una madurita, a ser posible divorciada o viuda, de las que llevan tiempo sin poderse dar una alegría al cuerpo y que cuando quieran poner un precio las puedas mirar a los ojos con intenciones pícaras, como ocurre en esta película porno de mas de una hora de duración.