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Su vecino era demasiado tímido, solía observarla a escondidas sin que ella lo supiera. La mujer era la típica madurita, secretaria de dirección, que solía ir bien vestida y que además estaba buenísima. Era normal que la deseara, y seguramente nunca imaginó que la cosa acabaría así. Cuando un tercero le propuso tener sexo con el chico ella aceptó. Por lo visto a esta guarrilla española le encantaba el sexo, y la idea de hacerlo con un muchacho joven mientras los grababan le dio bastante morbo, por eso aceptó. El chico estaba bastante nervioso, se le veía tímido. Pero ella supo sacar lo mejor de él y pronto fue poniéndose a tono, especialmente cuando la madurita le comió la polla.
Tras aquello por fin cumplió su sueño de follársela y meterle su polla. Pero no contento solo con eso incluso llegó a masturbarla analmente con un gran dildo, estaba claro que a la zorrita le encantaba ya que hasta se corrió. Luego el chico se lo echó todo en sus tetitas maduras.