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Entra a la casa y no sabe lo que le espera. Tampoco estaba pensando en eso, ella tenía la ventaja de la sorpresa y con las demás armas que tenía, no iba a dejar que se escapara sin que ella pudiera hacer lo que tenía planeado. Al darse cuenta que su madrastra se viste como puta, fue muy fácil quedar seducido. Un hijastro no está preparado para ver a la mujer de su padre de esa forma y mucho menos a resistirse mientras ella le hace una mandada de polla. Lo más natural, es que acceda y luego se la meta para poder desfrutar del mismo coño que su papá también puede gozar.