Pilla a su madrastra dormida y se la folla

Tenía un buen billar en el sótano de su casa y de vez en cuando invitaba a algún amigo para jugar, también a amigas. En esta ocasión se trataba de una milf con dos tetas enormes, su interés en verla jugar era mínimo, pero el de ver sus enormes pechos era lo que le llamaba a estar allí. Le dijo que podría enseñarla a mejorar y por fin se arrimó a sus pechos, no tardó en descubrírselos. Eran dos tetas gigantescas desde luego, se puso muy cachondo. Ella le comió la polla, y luego sobre la mesa del billar le hizo una paja cubana que no olvidaría nunca en toda su vida. Tras aquello por supuesto la penetró y se la folló en su sótano hasta correrse sobre esas gigantescas tetazas.