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Se enfadó mucho cuando lo pilló espiándola, pero se enfadó muchísimo más cuando se corrió dentro de ella tras follar. Era su hijastro, es decir, el hijo de su actual pareja, y acostumbraba a espiar a esta bella madurita. Ella supuestamente estaba felizmente casada con el padre del chico, pero no le importó en absoluto improvisar un amante en cuanto lo pilló mirándola con cara de salido pervertido.
Lo entró en casa agarrándolo de la oreja, estaba muy enfadada. Pero pronto se lo encontró tirado en la cama. Estaba claro que era un muchacho rebelde y tenía que darle un buen castigo, eso si, con su cuerpo.
Ambos comenzaron a follar y todo parecía ir bien, al menos hasta el final. Y es que el chico se corrió sin pensárselo y sin pedir permiso dentro de su madrastra. Al sentir toda la leche dentro de su coño la madura se enfadó muchísimo y le ordenó que se fuera de la habitación, pero lo cierto es que se había excitado muchísimo al sentir como se vaciaba dentro de ella.