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Ese hombre era un amigo que había tenido problemas con su esposa y no tenía donde ir. Al llamar a su puerta ella salió luciendo una sexy lencería que le dejó con la boca abierta, y mientras la miraba e intentaba explicar porqué estaba allí ella le dijo que pasara. Se acercó a la madurita mostrando su agradecimiento y le dio un pequeño beso en sus labios, aunque su polla se le puso dura al sentirlo.
Rápidamente recogió su bolsa de mano y pasó corriendo a su casa, desde luego aquello prometía y tal vez de esa forma podría olvidar a la zorra de su esposa.
La mujer le dijo que le acompañara al piso de arriba que iba a indicarle cual sería su habitación, pero como entenderás no pudo aguantar a llegar hasta arriba. Allí mismo en las escaleras comenzó a besarla y a tocarla, sus enormes tetas era algo demasiado tentador, por lo que se las comió enteras. Luego ella se agachó y empezó a comerle la polla. Al final llegaron a la habitación claro, pero solo para tumbarse en la cama y ponerse a follar. De hecho ni le quitó la lencería, le daba morbo follársela con ella puesta.
Pero esas tetas le volvían loco, tal vez por eso entenderás que acabase corriéndose sobre ellas.