Un aventón y la vieja ya tiene muchas ganas de follar

Pues hombre, realmente no debería pasar absolutamente nada si te echas una siesta con tu tía, al menos si eres un chico normal que no tiene cosas sucias en la cabeza. Desde luego este no va a ser el caso porque ese chico es igual de pajillero que todos nosotros y el hecho de rozar su verga con el culo gordo de su tía fue razón de sobra para que se le pusiera como una jodida piedra. Para su suerte la tía estaba más que receptiva y en cuanto sintió ese trozo de carne se le iluminaron los ojos y se le mojó el coño.