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El chico nunca había tenido sexo, pero era su cumpleaños y aquél fue su regalo. Desde luego la madura era impresionante, era una mujer alemana con una apariencia física que haría que a cualquiera se le pusiera bien dura, estaba muy buena. Allí vestida con su bonita lencería se la veía muy segura, sin embargo el jovencito estaba visiblemente nervioso. Ella le dijo que no se preocupara de nada, le agarró la mano y se la llevó a uno de sus pechos. Aquello hizo que se le pusiera dura al instante, sentir a una mujer como ella y saber que iba a follársela era desde luego un sueño. El chico hasta se atrevió a comerle el coño cuando la vio abierta de piernas, era su primera vez también. Luego la mujer le hizo una mamada y le puso la goma indicándole como tenía que hacerlo para follársela.
Se lo puso fácil porque fue ella la que se colocó encima para follárselo. Aguantó demasiado tiempo para ser su primrea vez, e incluso se atrevió a metérsela por el culo hasta que al final no pudo aguantar más y se quitó la goma para correrse sobre ella. Esa leche todavía en su polla la chupó la puta durante un rato hasta dejársela bien limpia.