Mamá hacía sus ejercicios matutinos

El hombre no se lo podía creer, esa zorra le estaba ofreciendo un fajo de billetes a cambio de que se la follara. Se lo pensó pero poco tiempo, en realidad se la habría follado gratis. La puta parecía una mujer ardiente, y aunque estaba gorda a él se la ponía dura. Se trataba de una mujer bastante rica, le sobraba el dinero y le gustaba usarlo para disfrutar de los placeres de la vida.
Tenía un buen coche, una buena casa, pero necesitaba una buena verga. El hombre aceptó por supuesto, y fueron los dos a su casa donde se desnudaron. Allí se folló a aquella zorra tetona hasta que se corrió en su boca. Era una perra bien pasional y se ganó bien el dinero.