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Su hijo quería un telescopio y solía usarlo con frecuencia, pero su madre no sabía que lo usaba para espiar a su vecina. Un día en el que ambos estaban solos fue a la habitación del muchacho y lo pilló mirándola, eso hizo que la madre se enterneciera a la vez que se ponía cachonda. Se acercó al chico y él quedó intimidado, nunca le había visto esa mirada a su madre. Ella le besó en los labios y él respondió a aquél beso. No era el beso que un jovencito espera de su madre desde luego, el muchacho se puso muy cachondo y ella se percató. Ambos fueron a la habitación en la que la mujer dormía con su marido, pero como él no estaba su lugar esa noche lo ocuparía su propio hijo.
Ambos se desnudaron y la madurita se colocó sobre él para introducirse su pene, estaba ansiosa por probarlo y tenerlo de nuevo dentro de ella. Así fue la primera incestuosa relación sexual entre esta madre y su hijo, pero viendo el desenlace estamos seguros de que no será la última.