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Hizo realidad el sueño de muchos hombres, que es el de follarse a su cuñada. Cuando la vio allí dormida no pudo contenerse y entró en la habitación para verla de cerca. Estaba tan cachondo que no tardó en destaparla y comprobar que la putita dormía en tanga. Se puso tan cachondo que olvidó o más bien ignoró que fuera su propia cuñada y le quitó ese tanguita para ver su coño y jugar con él. Luego tocó sus bonitos pechos y su cara, hasta que se sacó la polla y se la puso en la cara. Tras metérsela en la boca ella se despertó asustada y sorprendida sin saber que estaba pasando, pero era obvio lo que ocurría. Se animó por supuesto, y tras aquella extraña mamada acabó penetrando su coño. Ambos cuñados follaron hasta que al final el hombre no aguantó más y se corrió sobre ella como si tuviera una manguera en lugar de polla. Se nota que le tenía ganas desde hace mucho tiempo.