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En teoría vivir en un chalet o casa de campo es lo mejor para desconectar y estar tranquilo de vecinos indeseables, pero solo en teoría, ya que vecinos indeseables los hay en todos los lados. El hijo de los vecinos del chalet de al lado de esta madura es un puto pervertido voyeur y en más de una ocasión se lo había encontrado merodeando por su casa, pero esta vez la cosa se pasó de madre porque mientras ella se estaba masturbando en el sofá relajadamente, de repente escuchó un ruido y se lo encontró con la polla al aire haciéndose una paja mientras miraba desde fuera de la ventana. Aquello ya era demasiado y pensó en tomar medidas, pero pensado fríamente estaban solos y el chico se gastaba una buena herramienta…