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No, este chico ya no tendrá que romperse la polla a diario machacándosela pensando en su madrastra. Básicamente porque como es normal al final la mujer lo pilló con la polla en la mano y una madre que se precie no puede dejar que su hijo sea un pobre pajillero. La verdad es que el chaval se pasó tres pueblos pajeándose detrás de ella como un puto mono mientras ella preparaba la comida, pero ya no sabía qué hacer más para que se diera cuenta de que estaba deseando echarle un polvo. Darle a tu hijastro todo lo que pide es bueno y malo, bueno porque obviamente el sexo entre una madura y un jovencito es brutal, pero es malo porque engancha demasiado.