92 años y follando como una jovencita

Es una mujer con muchos deseos que no siempre puede satisfacer. Parece que el mundo es de los más jóvenes y solo estos tienen derecho a disfrutar. Algo contradictorio ya que de alguna forma, no entienden la ventaja que tienen y la desaprovechan. Ella, por su parte, no tiene la culpa de tener a un hijo que se ponga cachondo tan rápido y cada vez que le mire el culo, quiera agarrarla y luego meterle la mano dentro del coño. La única opción que tiene es hacerle una mamada de polla a su pequeño y dejar que la penetre luego que esté listo. Es su obligación pero tampoco dice que no lo tenga que disfrutar.