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Echando la vista atrás me da hasta vergüenza las lágrimas que derramé por mi ex. Mi madre se reía y decía que no tardaría en olvidarla y yo no la quería creer, pero una vez más tenía la razón como suele pasar con todas las madres. También es cierto que ella ha sido la que más me ha ayudado a superar la ruptura y no imagináis cuánto… Un día le confesé que estaba seguro que jamás iba a tener tan buen sexo con ninguna mujer como lo tenía con mi exnovia, de nuevo sonrió y me demostró personalmente que una vez más estaba equivocado.