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Estaban solos en casa y su madrastra le pidió ayuda, por lo que él se ofreció para ayudarla. Llevaban muchos años en familia y siempre estaba dispuesto. En esta ocasión se cortó en un dedo, y ella bastante preocupada fue a chupárselo para aliviarle. Pero claro, aquello se convirtió en algo más sexual que maternal. La madura se puso cachonda y su mano fue casi automáticamente a buscar su rabo. No tardaron en desnudarse y ella se sorprendió al ver la tremenda erección de su hijastro, sabía que se la iba a follar bien. Follaron hasta que al final el chico se corrió en su boca, algo que ella esperaba ansiosa.
Al final de aquello el muchacho se vistió para irse y ella se quedó bastante arrepentida por lo que había hecho, aunque se lo había pasado bastante bien la puta.