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Su tía era una milf muy atractiva, pero lo mejor de todo es que era toda una puta. Mientras su sobrino estaba en casa ella no se cortaba a la hora de zorrear, incluso se agachaba delante de él para mostrarle su sexy tanga. Fue entonces cuando el jovencito se sacó la polla debajo de la mesa y comenzó a pajearse mientras la miraba. Pero mientras la mujer le servía el desayuno aquella mañana miró bajo la mesa y descubrió que tenía su rabo fuera. Su cara de indignación desapareció pronto, más o menos en cuanto agarró su verga para comérsela.
Fue entonces cuando el chico se dio cuenta de que iba a follarse a su tía, la cual ya había empezado a desnudarse. Incluso le hizo una paja cubana con sus bonitas tetas.
Tras aquello se sentó sobre su sobrino y se metió su polla dentro de su coño. La zorra sabía bien como mover su culazo, y finalmente el chico pudo hacer realidad su fantasía sexual más morbosa, follarse a su tía.