La vieja disfrutaba como una cerda

Los padres tienen muchas armas para que los hijos obedezcan, otra cosa es que no quieran usarlas porque prefieren hacerlos unos caprichosos. Desde que este chaval se sacó el carnet hace un par de meses no ha parado de pedirle a su madrastra que le deje el coche, pero ella se niega porque cree que no está preparado. Le suplica a diario que confíe en él y en principio ella siempre se niega, pero cuando lo pensó bien podrían llegar a un acuerdo… La zorra hacía tiempo que se sentía atraída por su hijastro y vio una oportunidad de oro para pedirle sexo a cambio de un par de horas de coche.