Enfermera empieza a hacer porno casero

No cabe duda de que ella estaba cachonda y de que cuando una madura quiere sexo no está dispuesta a esperar. Se había puesto una bonita lencería rosa y su marido ni la miraba, estaba más pendiente de su ordenador portátil. Ella ni se lo pensó, se le acercó gateando y le sacó la polla de los pantalones ante la mirada atónica de su marido. De repente se la empezó a comer, estaba claro que le apetecía follar y que tenía que ser ya. Se le fue poniendo cada vez más dura y ella se percataba, por lo que se tumbó abriéndose bien para que él se comiera su coño, ahora le tocaba a su esposo hacerlo. Luego fue ella la que se puso encima para cabalgar sobre su rabo mientras se la follaba. Se lo hizo y la puta lo disfrutó hasta que se corrió en su boca, ahora si que estaba complacida.