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Esta cachonda madurita rubia se ha metido en un lío del que va a tener difícil salir indemne pues ha pedido dinero a un prestamista y no puede cumplir los plazos para devolvérselo. Como buena zorra que es va a proponerle un trato para satisfacer la cantidad adeudada: follar con él hasta que sienta que su deuda está saldada. El hombre, lejos de pensárselo, acepta a cobrar en carne dado que la tía está como un tren.