La abuela se calienta tanto que se la mete ella misma

Su hijastro era un chico bastante atrevido. Con esas gafas de sol, su camiseta de tirantes y esa actitud de que todo le daba igual hacía que la madura mojara sus bragas. Finalmente lo hizo, le quitó las gafas de sol y empezó a besarle sin ocultar lo mucho que le deseaba. El chico lo sabía, no tardó en ver sus grandes tetas y comérselas. Se desnudaron completamente y en la cama de sus padres empezó a follársela a cuatro patas. Luego ella se puso encima, era una veterana e iba a demostrar como sabía follarse a un hombre.
Luego el muchacho la abrió de piernas y continuó metiéndosela hasta llegado el momento de correrse. Comenzó a eyacular en sus grandes tetas de madre, a esa puta le gustaba sentirla así.