Mi hermanastra en tanga me pone a mil

Había ciertas cosas que le encantaban de su jefa, pero lo principal era las enormes tetas que tenía. Le resultaba muy difícil hablar con ella sin mirárselas, algo que ella sabía perfectamente. Pero como buena zorra madura que era le encantaba poner calientes a los jovencitos como él.
Aquél día llamó al chico a su despecho y acudió. Mientras le explicaba algunas cosas el chico no hacía más que mirar de nuevo sus pechos, pero esta ocasión sería diferente al resto. Fue la madura la que se levantó de su silla y comenzó a zorrear con él, hasta se saltó algún botón de su blusa para que viera lo grandes que eran sus tetas.
El chico estaba flipando, pero más aun cuando ella agarró su verga y comenzó a comérsela. Desde primeras le dijo que no la penetraría vaginalmente, pero que tampoco le haría falta. Le hizo una mamada impresionante y hasta una buena paja cubana con sus tetas hasta que finalmente se corrió.