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Ya teniendo edad para irse a la universidad, lo está pensando. No sabe en qué puede mejorar su vida una educación profesional y tampoco cree que lo necesite. Sin embargo, la sociedad dice que tiene que irse de casa y dejar de ser un chico para empezar a ser un hombre. Solo que la nostalgia no lo deja y ahora mismo, entiende que las folladas con su madre, siempre serán lo mejor de su juventud. Es lo que siempre recordara y ahora, antes de irse para volver solo en las fiestas, va a disfrutar de su coño una vez más y a dejar que ella le haga una buena mamada de polla como siempre.