Si has venido a mi casa es porque quieres follar, ¿verdad?

Los dolores en la espalada la incomodan mucho, entiende que es parte de la edad pero la ciencia ha avanzado mucho como para quedarse ahí resignada a que un día le llegue la muerte. Cree que todavía tiene mucho que disfrutar. Y eso lo que hace cuando el doctor le mete la mano, la nonna se pone cachonda y empieza a hacerle una mamada de polla al pobre hombre negro. Este, no tiene más opción que dejarla, ya que es su paciente y luego tiene que ponerla a cuatro patas para complacer su coño. Hacerla gozar como en sus tiempos mozos, fue el trabajo que tuvo que hacer.