Cocina bien y le encanta la polla de su nieto

No loco habría imaginado jamás que la madre de mi mejor amigo estuviera tan receptiva como lo estuvo cuando me quedé a solas con ella el otro día. Es cierto que se había tomado un par de copas de vino y supongo que eso hizo que se pusiera cachonda, pero en realidad los borrachos siempre dicen la verdad y ella me confesó que yo le gustaba. No me lo podía creer, esa madre de ojos azules y labios carnosos se me estaba insinuando, pero solo cuando empezó a chuparme la polla entendí que aquello no era un sueño, era totalmente real.