70 años no es nada si el coño todavía pide una polla
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Ya sabemos que la mayoría de las maduritas son adictas a las pollas negras, pero cuando se trata además de una mujer con bastantes kilos de más se convierte casi en una necesidad. Ella follaba con quien fuera, pero una polla pequeña no la complacía debido a las limitaciones como consecuencia de su obesidad. Por ese motivo invitó a un amigo suyo que era precisamente negro. El hombre no sabía que se lo quería follar, pero ella se lo puso bastante fácil para que lo supusiera.
Finalmente allí sentada en el sofá mientras lo miraba con cara de puta consiguió que él se desnudara. Se sacó su gran polla negra y ella le enseñó esas dos tetas enormes con la que solía presumir. Rápidamente le hizo una mamada, se la metía entera, más bien parecía que le estuviera follando la boca.
Al poco se la estaba metiendo en su coño, pero la sorpresa llegó cuando le dijo que sacara el rabo y la gorda comenzó a correrse a chorro. Si, fue una de esas corridas femeninas que a todos nos gustaría ver en directo. Tras ese brutal orgasmo femenino se la siguió follando hasta que acabó corriéndose él tambien por supuesto.