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Llevaba tiempo intentándolo, era su mayor fantasía, pero por más que lo intentaba no lo lograba. Quería follarse a su madrastra y decidió que debía ser esa noche o nunca. Compartir cama con ella fue una oportunidad a la que pocos chicos tienen acceso, él sabía que la tenía que aprovechar. Se pasó un buen rato primero hablando con ella con la idea de calentarla o al menos de que ella tuviera claras sus intenciones. Le salió bien la jugada, la puso cachonda. No tardó en ser ella misma la que deslizó su mano por la pierna de su hijastro hasta tocar su verga. Se la vio y se la tocó, luego sacó sus tetas y le dijo que se las tocara. Se estaba cumpliendo su sueño.
Luego ella se la chupó, y tras aquello se puso encima de él mostrándole su enorme culazo de milf para que así pudiera follársela. Se lo hizo hasta que se corrió dentro de ella.