A mi esposa latina le gusta el sexo anal
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La vieja se desnudó y la verdad es que su cuerpo era impresionante. Siempre me han gustado las mujeres maduras, pero si son un poco gorditas mucho más. Sus tetazas me volvían loco, me acerqué a aquella zorrita con mi polla dura como una piedra y ella supo que hacer, se la metió en la boca y me la chupó como solo una mujer de su edad sabe hacer.
Sin embargo aun faltaba lo mejor. Mientras me la mamaba se tocaba su coño, lo tenía bastante peludo y muy mojado a pesar de ser ya una mujer mayor. Le dije que se la quería meter ya, así que se puso sobre mi y empecé a penetrarla. Reconozco que su coño era una pasada, lo tenía ardiendo y muy mojado. Sin embargo lo que de verdad me volvió loco de ella fue su culazo. Era de esas maduras culonas que en cuanto las ves desnudas solo quieres follártelas a cuatro patas, y no es para menos.
Pero ella quería verme la cara, yo soy mucho más joven que ella, y se ve que eso la ponía caliente. Así que al final se abrió de piernas para mi mientras nos mirábamos la cara, y así fue como acabé corriéndome, no aguanté más. Saqué mi verga en el último instante y le eché encima toda la leche mientras ella gemía sintiéndola caliente.