Su empleada del hogar es una zorra

Era obvio que si estos chavales organizaron una cita con sus madrastras con oscuras intenciones era porque las conocían y sabían que no se iban ni a sorprender ni a enfadar. La cosa era sencilla, quedarían con sus madrastras después de que ellas terminaran de correr puesto que salen todos los días y quizá aprovechando que tenían el cuerpo caliente, accederían a follar con ellos. Pues a los cabrones les salió la cosa a pedir de boca porque ya no es que no se lo tomaron a mal, es que parecía que ese par de zorras estaban esperando que aquello sucediera.