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Como otras tantas mañanas cuando el chico se queda a dormir en su casa después de llegar a las tantas de fiesta, la abuelita fue a despertar a su nieto para ver si quería desayunar. Hoy la cosa había sido distinta porque el chaval se había despertado antes de lo normal para ir a mear el alcohol de la noche anterior, pero pilló a su abuela en el baño cambiándose de ropa interior y de lencería. Aquello lo puso muy cachondo y se fue corriendo a la habitación para hacerse una paja, con la suerte para él de que la vieja estaba receptiva y no imaginas cuánto…