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Desde que estaba muy chico disfrutaba las galletas que ella hacía. AL igual que la bruja con la casa de caramelos, lo único que ella buscaba era atraerlo. Luego, con golosinas, creaba recuerdos que le hicieran volver a visitarla al convertirse en un jovencito. Ahora, el chaval siente que follar con la abuela es cada vez más excitante. Le gusta mucho darle lamidas en la raja y luego que ella esta lista, hacerle una mamada de polla. Es todo lo que hace falta para que luego se monte sobre ella para darle una follada y hacerla gozar. De la misma forma que él la pasa genial con la anciana.